Las luces se apagan en Atenas
En su último ensayo, una recopilación de artículos publicados entre 2009 y 2012, el escritor griego ofrece un desolador retrato de su país inmerso en la ruina
[...]
Todos en el aparato del Estado sabían de la existencia de estos contactos y del coste que suponían para la sociedad, pero todos callaban. No solo porque los partidos se embolsaban así enormes donativos, sino porque estos sectores corruptos financiaban campañas electorales a los diputados, quienes a su vez se aseguraban buenos puestos de trabajo para sus familiares.
[...]
La mayoría de los miembros del partido en la Administración no trabajan, o hacen solo lo indispensable
[...]
Ya sea a causa de la recesión, de las medidas de contención del gasto, del recorte de la deuda o de las reformas, el caso es que vamos a sacrificar a tres generaciones en nombre de la crisis. Hoy son los jóvenes los que más pierden; mañana lo seremos nosotros, porque en algunos años nos faltarán las fuerzas para seguir luchando. (...)
Las generaciones nacidas después de 1981 no han crecido en una época de verdadera miseria, sino de falsa riqueza y les entra un ataque de pánico cuando tan solo se insinúa la palabra “renuncia”. La pobreza les resulta tan ajena como el desierto.
Vale muito a pena ler o artigo porque tudo o que ele diz -tirando algumas características conjunturais próprias da Grécia- do estado da Grécia e das suas causas poderia ser dito acerca do nosso país.